La rehabilitación post-UCI es un proceso integral que debe ser abarcado por un equipo multidisciplinario de profesionales, debido a que la experiencia que sufren los pacientes en una unidad de cuidados intensivos puede desencadenar en consecuencias neuromusculares, cardiorrespiratorias y psicológicas. Los tipos de terapias requeridas se pueden dividir en cognitiva, mental y física. Esta última, además, puede subdividirse en tres tareas centrales para el fisioterapeuta que trata a un paciente con síndrome post-UCI, movilización (ejercicio físico), higiene bronquial y entrenamiento de la musculatura respiratoria, de los cuales se profundiza a continuación:
En el intento de establecer prácticas orientadas al ejercicio físico en pacientes post-UCI, en aras a mejorar la movilidad y la recuperación de fuerza y resistencia de la musculatura motora, encontramos una variedad de intervenciones de distintos tipos como ejercicios de ciclismo de brazos y piernas, caminar y ejercicios de fortalecimiento, y estrategias como provisión de manuales y programas de autoayuda basados en departamentos de fisioterapia para pacientes ambulatorios que incluyen una combinación de ejercicios funcionales y de fortalecimiento y educación. Sin embargo, la calidad de la evidencia sobre la efectividad de dichos tratamientos, aún actualmente, es baja.[10][11][12]
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